El TdeA convocó a directivos y docentes para ejecutar la etapa final en la construcción de la Visión 2043 de la Institución Universitaria, trabajo colectivo que ha dado la palabra a los distintos públicos internos en este 2024; diálogos que se han visto nutridos con voces de expertos en la materia en el ámbito nacional e internacional, informó el rector, Leonardo García Botero.

La construcción entre todos es la visión desarrollada en el tiempo que esta casa educativa hace de sí misma. Como lo dice, por su parte, el profesor Gonzalo Tejada, asesor de Planeación Estratégica: el ejercicio de la prospección lleva “a posibles futuros” y la comunidad académica del TdeA debe visualizarlos, conocerlos, identificarlos y planear un camino para ser, hacer y trascender. El experto explica que esa mirada lleva a su propia comunidad a construir en función de esa gran aspiración, lo que da la connotación estratégica.

“Algo interesante al hacer un ejercicio prospectivo, de estudios del futuro, es estudiar el pasado”, puntualiza el orientador desde el proceso de Planeación. Así, la conversación hizo retroceder en búsqueda de la raíz a los participantes hasta mediados del siglo pasado, donde los movimientos sociales y políticos definieron la educación superior, pasando por el Centro de Medellín en 1983, cuando nacía el Tecnológico, y de ahí siguieron caminando, reconstruyendo su línea de tiempo.

Este análisis del pasado se realizó desde esas fechas, 1983, hasta nuestros días, anclando el crecimiento del proyecto educativo al contexto mundial, nacional y regional. La observación del segundo aspecto arrojó cinco temas clave para este camino: emerge con mucha fuerza el concepto de la educación híbrida, así como ejercicios exponenciales en la investigación, manejo de la incertidumbre, una educación “líquida” que trascienden la estructura física y la ubicuidad.

Lo que ha dejado nuestra historia

Para hacer el mismo ejercicio en el TdeA, los expertos revisaron más de un centenar de documentos cazando hitos. Como resultado se llenaron diez renglones con la siguiente lista de potencialidades: origen en lo femenino; fortaleza en formación tecnológica; carácter público (enfoque de la educación como derecho); presencia territorial; encadenamiento en ciclos propedéuticos; vocación emprendedora; ser pionera en acreditación institucional de alta calidad en los ámbitos nacional e internacional; presencia en el Distrito de Ciencia Tecnología e Innovación, y desarrollo de estos campos en las aulas pero la invitación es hacer zoom en el enfoque tecnológico en esta zona de campus amigos; y masa crítica, compuesta por más de 43 mil egresados, la cual hay que articular en función de lo misional para potenciar la institución a futuro en la sociedad.

“Estos aspectos fueron los encontrados en el pasado y que compartimos con todos los docentes y directivos. Ellos lo que hicieron básicamente fue ratificarlos. Montamos una línea de tiempo donde la gente comenzó a recorrer al TdeA pero con sentido, uno históricom pero sobre todo con un propósito estratégico”, indicó el profe Tejada.

La fortaleza en el ahora

En el presente se caminaron las líneas estratégicas del Plan de Desarrollo 2022-2026 Ser, Hacer, Trascender: sistema académico de calidad con pertenencia, articulación estratégica con los territorios y las regiones, educación inclusiva y para la vida, posicionamiento de la investigación y la internacionalización, emprendimiento e innovación de base tecnológica.

Tejada destacó la trascendencia, que lleva los proyectos más arriba. Teniendo esto en cuenta, los ejercicios dilucidaron fortalezas del presente en los siguientes aspectos y acciones: la expansión del TdeA en el Aburrá Sur, ya que fortalece aún más la territorialización con pertinencia; el Campus de Soberanía Alimentaria, gran tendencia de futuro con prometedoras posibilidades de desarrollo; el campus accesible, que apoya el concepto de la inclusión; el bulevar, que conecta tecnología y cultura; la acreditación internacional, que representa un salto cualitativo y una inserción por lo alto con las dinámicas globales; los posgrados de modalidad virtual; el Centro de Emprendimiento, Transferencia e Innovación (CETI); educación inclusiva; gestión del conocimiento; gestión del cambio y del liderazgo estratégico, que fortalece el análisis del cambio, una constante en estos días; sistemas de información y comunicación estratégica.

Caminamos seguros hacia el futuro

En este tema, se han venido desarrollando actividades durante todo el año en prospectiva, han alimentado el panorama expertos como Francisco López Segrera, quien ha ocupado cargos como la Dirección del Instituto Internacional de Educación Superior de Unesco de América Latina y el Caribe (IESALC); miembro del Foro Unesco en educación superior, investigación y conocimiento; miembro del Grupo de Trabajo del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO), entre otros. También hemos tenido la fortuna de escuchar a Francisco José Mojica, director del Centro de Pensamiento Estratégico y Prospectiva de la Universidad Externado de Colombia, y a Carlos Mario Lopera Palacio, director del Observatorio de la Universidad Colombiana.

Además, se han abierto espacios con todos los públicos internos de la institución universitaria. Y el profesor Gonzalo Tejada y el equipo de la Dirección de Planeación dieron luz al texto “Hacia un nuevo paradigma de la educación superior”, trabajo que se apoyó en autores que anuncian un nuevo paradigma, ya no tan centrado en lo ideológico ni político sino marcado por lo social, en este renglón aparece el desarrollo sostenible, recuperación del ser humano y retorno a la esencia.

Cuenta el profesor Tejada que en los ejercicios realizados con los grupos poblacionales se dilucidaron seis aspectos: las tecnologías emergentes y la digitalización, como la inclusión de la IA, plataformas en la nube, modelos de la personalización y aprendizaje adaptativo, entre otros aspectos que corren las fronteras en la educación; inclusión y diversidad, el aprendizaje más equitativo; las competencias del siglo XXI, en este aspecto hay un lienzo en blanco en el país; la formación basada en competencias como las socioemocionales, pensamiento creativo, analítico, sistémico, interacción tecnológica, curiosidad, adaptación al cambio, son fundamentales para construir y es un eje estratégico; la responsabilidad social universitaria, que aporte a la viabilidad de la sociedad en el planeta; los modelos híbridos de aprendizaje y el enfoque sistémico, el reto para el TdeA según la observación de todo este trabajo.

Conclusiones

“Hoy, tenemos un abanico de discusión muy fuerte, muy estratégica, que se soporta en estas tres temporalidades, que desarrollamos con actores externos e internos, donde involucramos a los docentes, a los directivos, a los organismos de representación, a los estudiantes, a través del recorrido por estos seis aspectos, priorizaban para ellos dónde está el gran problema”, detalla Tejada que se presentaron dos posiciones muy dicientes: los estudiantes consideran que el reto está en las competencias del siglo XXI y los directivos lo identifican en el enfoque sistémico, la responsabilidad social y la inclusión.

“Debemos buscar como conectarlos en esta propuesta”, la misma que está en redacción final y que será socializada a la comunidad en 2025, según lo anunció Gonzalo Tejada, experto orientador del proceso.