Con motivo de la “Donatón TdeA 40 años”, el campus de Robledo se llenó de manifestaciones de generosidad y sentido altruista. La comunidad del Tecnológico de Antioquia entregó sus aportes en el punto de acopio, el cual estuvo ubicado en las afueras de la biblioteca Humberto Saldarriaga Carmona.

“Todo lo recaudado queda entre la comunidad estudiantil y algunos egresados que también sabemos que tienen necesidades. Con estos productos y alimentos organizamos las canastas alimentarias que se distribuyen entre los estudiantes que no alcanzaron a recibir este beneficio o que no están inscritos en el Fondo Alimentario”, explicó Viviana Agudelo, Líder de Desarrollo Humano del TdeA.


El TdeA respondió masivamente a esta convocatoria de fraternidad. Al centro de recepción llegaron bultos de papa; pacas de panela, de arroz, de lentejas y de fríjol; cajas con alimentos enlatados, salsas y conservas; botellas de aceite de cocina; canastas con huevos; bolsas con azúcar, sal y otras especias; así como paquetes con jabones, detergentes y artículos de aseo personal y de hogar, entre muchos otros productos no perecederos.


“Me encanta porque es una oportunidad para ayudar a las familias de los estudiantes y egresados desde nuestro TdeA. Desde la pandemia ha sido una estrategia hermosa y he escuchado testimonios de agradecimientos bellísimos con esta maravillosa iniciativa. Esto es un gesto de amor”, comentó emocionada Anabel Restrepo, secretaria Ejecutiva de la Dirección de Internacionalización.


A lo largo de la jornada afloraron aquellos valores inherentes a la esencia institucional como el servicio, la solidaridad y la entrega por los demás. “Me parece una actividad muy buena que debería repetirse con mayor frecuencia. Hay muchas personas que están necesitando apoyo y la universidad tiene gente de muy buen corazón”, acotó Mariano Altamiranda, docente de la Facultad de Derecho y Ciencias Forenses.


La “Donatón TdeA” es uno de los eventos más reconocidos y aplaudidos durante las tradicionales Jornadas Universitarias del Tecnológico de Antioquia. “Es muy importante porque ayuda a los estudiantes de escasos recursos. De alguna manera este aporte les sirve a ellos de sustento en tiempos difíciles”, indicó Karem Valoy, empleada del Centro de Cómputo del Área de Sistemas.


Como contratistas, Aldo Avendaño y sus compañeros de equipo hicieron una colecta y a la hora del almuerzo se fueron para la Plaza Minorista y compraron cuatro pacas de arroz. “Acá aportándole un granito de ‘arena’ a esta gran causa que lleva la institución. Nos reconforta mucho porque sabemos que es para empleados, estudiantes y egresados que lo requieren en este momento. Felices de poner este puñado de arroz en la mesa de algunas familias necesitadas. ¡Qué alegría!”, dijo.


También desde la Facultad de Ingeniería se sumaron a la causa con canastas de huevos. “Me parece una buena y bonita causa. Uno no ve a simple vista las necesidades que hay, pero si uno va al fondo y tiene la posibilidad de dialogar con los estudiantes muchos le comparten sus problemas; y uno de ellos es la falta de comida en sus casas”, mencionó María Nelcy González, coordinadora de Autoevaluación de Ingeniería.


Esta fue una exitosa jornada que permitió dignificar aquellos atributos que han sido preponderantes durante los festejos de los 40 años de vida institucional como la gratitud, el respeto y la cercanía por el otro.


En esencia, fue un ejercicio desde la responsabilidad social universitaria de una institución que atiende a su comunidad académica con principios humanistas, solidarios y resilientes.


"Donatón TdeA 40 years", an exercise in university social responsibility

 

On the occasion of the "Donatón TdeA 40 years", the Robledo campus was filled with demonstrations of generosity and altruism. At the donation site, which was outside the Humberto Saldarriaga Carmona library, members of the Tecnológico de Antioquia community dropped down their donations.

"All the revenues collected are left among the student community and a few alumni who we also know are in need. With these goods and food, we organize food baskets that are distributed among students who did not receive this benefit or who are not enrolled in the Food Fund," according to Viviana Agudelo, TdeA's Human Development Leader.

This plea for fraternity received a resounding response from the TdeA. Along with many other non-perishable goods, packages of potatoes, bales of bread, rice, lentils, and beans, bottles of cooking oil, baskets of eggs, bags of sugar, salt, and other spices, and packages of soap, detergent, and personal and household hygiene products arrived at the reception center.

"I love it because it is an opportunity to help the families of students and alumni from our TdeA. Since the pandemic, it has been a lovely strategy, and I have received fantastic testimonials about how grateful people are for this wonderful project. This is a gesture of love," said Anabel Restrepo, executive secretary of the internationalization department.

The institution's core ideals, such as commitment to others, service to others, and solidarity, came to the fore throughout the day. "I believe that it is an excellent exercise that need to be done more frequently. The university has very kind-hearted people and there are many people who need support," according to Mariano Altamiranda, a professor at the School of Law and Forensic Sciences.

The "Donatón TdeA" is one of the most recognized and applauded events during the traditional University Days of the Tecnológico de Antioquia. "It is crucial because it aids students who have less resources. In some ways, this contribution helps them to support themselves in difficult times," said Karem Valoy, a worker at the Computer Center of the Systems Area.

Aldo Avendaño and his coworkers, who worked as contractors, organized a collection, went to the Plaza Minorista during lunchtime, and purchased four bales of rice. "Here we are contributing a grain of 'sand' to this great cause of the institution. We are very comforted because we know that it is for employees, students, and graduates who need it at this time. We are happy to put this handful of rice on the table of some needy families. What a joy!," he said.

With egg baskets, the Faculty of Engineering also contributed to the cause. "I believe it to be a just and admirable cause. The needs that are there are not immediately apparent, but if one digs deeper and gets the chance to talk with the students, many of them will disclose their issues, one of which is the lack of food in their families," according to Maria Nelcy Gonzalez, the coordinator of the Engineering Self-Evaluation.

This was a fantastic day that gave us the chance to elevate qualities like gratitude, respect, and closeness to others that were prominent throughout the celebrations of the Institution's 40 years of existence.

In essence, it was a social responsibility exercise for a university that upholds humanistic, encouraging, and resilient values in serving its academic community.