En un contexto global marcado por la complejidad y la urgencia, la sostenibilidad empresarial ha dejado de ser una opción para convertirse en una necesidad. Ser sostenible o incorporar sus atributos es posible incluso con recursos limitados. Esto quedó claro en la tercera edición del Simposio de Sostenibilidad Empresarial y Cultura Verde, realizado en el Centro de Emprendimiento, Transferencia e Innovación (CETI) del TdeA, los días 3 y 4 de septiembre.
Con este evento, nuestra Institución Universitaria reafirmó su compromiso con la promoción de un modelo de desarrollo más responsable y respetuoso con el medio ambiente. Así lo presentó el organizador del espacio, el Semillero de Investigación Eco S.O.S. del Grupo de Investigación Observatorio Público, perteneciente a la Facultad de Ciencias Administrativas y Económicas (FCAE).
Este ha sido un encuentro de reflexión y construcción colectiva, en el que se abordaron temáticas actuales como la responsabilidad social corporativa, la economía circular, la innovación sostenible y la gestión ambiental empresarial. Más que como material informativo, los temas se propusieron como invitación a pasar a la acción.
En un auditorio lleno de estudiantes y docentes inició la conversación. La primera conferencista fue la ingeniera ambiental Tatiana Sierra, magíster en sostenibilidad y líder de parte del equipo de sostenibilidad en Haceb, quien compartió su experiencia en la conferencia “La magia de la sostenibilidad”.
“En sostenibilidad hay muchos temas en los que se puede trabajar; las situaciones que impactan a nuestra sociedad diariamente son múltiples: ambientales, sociales, de gobierno corporativo e incluso retos económicos. Pero como compañía, se debe establecer un foco. Nosotros nos enfocamos en el cambio climático y en cómo lo conectamos con todas las dimensiones de nuestro modelo”, detalló la experta.
Este modelo, integrado a la cultura empresarial, se sustenta en cuatro dimensiones u objetivos: gobierno corporativo, aspectos sociales, económicos y ambientales. Se trata de una visión integral de la sostenibilidad que trasciende lo ambiental y se refleja en temas como reputación, conciencia social y ambiental, clima organizacional, generación de conocimiento, desarrollo de tecnologías sostenibles, productos con eficiencia energética, capacitaciones a usuarios, proveedores responsables y la meta de cero sanciones ambientales.
Sierra también destacó los “proyectos con propósito” como Renueva, que incentiva la devolución de electrodomésticos en desuso; los Centros Comunitarios, que llevan soluciones sostenibles a los territorios; y las Biblioneveras, que convierten refrigeradores viejos en espacios culturales para las comunidades. Enfatizó que las pequeñas acciones con valor generan grandes impactos y que no se requieren grandes inversiones para avanzar en sostenibilidad. Concluyó afirmando: “La sostenibilidad no es una palabra compleja, está en el día a día de nuestra cotidianidad”.
El segundo espacio estuvo a cargo de Julián Vásquez Roldán, PhD en Economía, exgerente del IDEA, docente del TdeA y actual gerente de Ingenierías Aliadas, empresa enfocada en energía. Su conferencia, “Conectografía: un cambio de la geografía política a la funcional”, inició con el enunciado:
“Todos los mapas que ustedes han conocido, en esencia, reflejan fronteras políticas, pero no funcionales”.
Vásquez mostró cómo las cadenas de valor y suministro global evidencian que la economía, las empresas y la sostenibilidad no pueden seguir viéndose desde una mirada tradicional de fronteras, sino desde relaciones funcionales. Argumentó que la conectividad debe ser un vehículo de inclusión y sostenibilidad, con sentido en el desarrollo.
Por su parte, la conferencia “Gestión de la sostenibilidad en Pymes”, orientada por el ingeniero químico Jorge Mario Gallego Pérez, experto en gestión ambiental y evaluación, reiteró que la sostenibilidad integra lo ambiental, lo social y lo económico. Señaló que, al interior de las empresas, este concepto debe responder a los intereses de la organización y de sus públicos. Además, mencionó componentes clave como las matrices de doble materialidad, riesgos y oportunidades, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), la taxonomía verde, los indicadores de gestión, los reportes y la mejora continua. Advirtió sobre la obligatoriedad que tendrá la sostenibilidad en el futuro y destacó beneficios como el acceso a financiamiento verde, la buena reputación, la competitividad y la apertura de mercados. Concluyó: “La sostenibilidad es el puente entre los retos de las Pymes y su competitividad futura”.
El 3er Simposio de Sostenibilidad Empresarial y Cultura Verde finalizó con la participación de Acopi y el taller “Desarrollando soluciones innovadoras para un futuro más circular”, orientado por Nora Arango Tabares y Evelyn Sáenz, consultoras en planeación estratégica y sostenibilidad.
Las especialistas enfatizaron que un modelo de negocio verde debe apoyarse en tres pilares: social, ambiental y económico. “Si no los tiene, su negocio se va al piso”, afirmó Arango Tabares. Explicaron que la idea de negocio debe responder a una conciencia global, dar soluciones, integrar los ODS, generar impacto positivo y promover buenas prácticas.
En grupos, los estudiantes presentaron propuestas innovadoras para la vida diaria, entre ellas: protectores plásticos para celulares elaborados con materiales naturales, aprovechamiento de residuos orgánicos del café, empaques biodegradables para alimentos y una propuesta de inteligencia artificial sostenible.