En la Cátedra de Utilidad Pública: Los límites de la guerra, el filósofo de la UPB y especialista en análisis de Estado, Jorge Humberto Giradlo, hizo un recuento a través de la historia mediante la teoría de la guerra justa y el Derecho Internacional Humanitario DIH.
En este sentido señaló: “Es muy esperanzador que el DIH esté empezando a prever castigos a las guerras” y añadió, además: “El Desarrollo del Estado moderno ha terminado entorpeciendo todo, no tiene límites morales y éticos”.
Está de acuerdo con la guerra prevenible y controlable, pero con más política, no con aquella que confunde el equilibrio de intereses con el bien común. Y ve como en el panorama mundial hay intentos de concentración y creación del monopolio y legitimación de las guerras que se hacen. Por eso dijo: ¿Quién vigila y controla esto?
Expresando que con los estados de excepción se legitima la guerra.
Con respecto al acuerdo de paz en Colombia y la guerra, fue optimista al manifestar que el mismo ha mostrado rasgos esperanzadores de eficiencia por el trabajo adelantado por la Justicia Especial para la Paz JEP y el apoyo internacional, así como por cierta vigilancia de un sector de la ciudadanía, que le ha permitido mantenerse.
A la pregunta en qué estado se encuentra la implementación del proceso de paz, hecha por el público asistente, respondió: “Es la teoría de la guerra justa convertida en un hecho, llevado a la práctica, porque es el derecho internacional llevado a la práctica. Es la salida de un conflicto mediante una justicia transicional y ello depende en grado sumo de las elecciones, vuelve y juega la política. Todo el mundo ha visto un leve cambio, pero sintomático de la llegada del presidente Joe Biden a los EEUU, porque eso crea un contexto político en el cual hay desde afuera la posibilidad de un mayor apoyo al proceso de paz, que no se vislumbraba en la anterior administración estadounidense”.
Y con respecto a la pregunta ¿Por qué le ha costado tanto a la sociedad colombiana asumir la defensa hacia el acuerdo de paz, por qué la gente le apuesta más a políticas contrarias al proceso de paz que a la reconciliación colombiana? Comentó: “Indudablemente que el horror de la guerra y la manera como la subversión condujo a la guerra, ha producido como consecuencia una Colombia bastante reacia a apoyar todo aquello que lleve a una reivindicación o un reconocimiento a la guerrilla. La guerrilla en gran parte es culpable de lo que nos está pasando. La guerrilla colombiana, y la que quedó, sigue siendo culpable de lo que sucede actualmente. Hay cultura reactiva, en relación con la sanación, una cultura vengativa y la fe que la guerrilla alimentó en mucha parte de la población colombiana llevo a que las personas que creían en ellos hayan tenido deseos de venganza. Es una cultura difícil de cambiar. Razones objetivas suficientes, habría para justificar desobediencia civil, rebeldía civil, pero también se tiene que contar con las razones subjetivas y hay razones subjetivas muy poderosas que se manifiestan en las votaciones, en las encuestas, en la calle, en la vida cotidiana. Igualmente, los grupos subversivos alimentaron esa venganza. Yo explico esta porque es una de las razones poderosísimas que se ven sobre todo en elecciones”.
En términos generales, también dio a conocer que, desde una mirada histórica y antropológica, hay otros factores que llevan a la desconfianza: “Colombia es un país donde hay desigualdad social, no hay institucionalidad completa, una corrupción rampante, la gente no tramita sus inquietudes a través de la Institucionalidad y la ilegalidad forma parte de la cultura casi ancestralmente; somos contrabandistas o hijos de una España bastante díscola”.
Para el filósofo y especialista en análisis de Estado, el asunto referido a los límites de la guerra debe enfocarse más en la política, entendiendo su concepto real. Se siente optimista de que podamos lograr la paz, tal vez no de manera completa sino con cierta estabilidad y que es posible en la medida en que sigamos con el acuerdo de paz y la justicia transicional, que es una modalidad de justicia muy operativa y muy pragmática, pero además muy justa para todos los combatientes, la cual solo podrá salir adelante dependiendo de a quien elijamos como gobernantes.
Utilidad Pública es un signo distintivo del grupo de Investigación Observatorio Público de la Facultad de Ciencias Administrativas y Económicas del Tecnológico de Antioquia. Pretende hacer análisis claros y confiables, develar asuntos de interés general, bajo una óptica crítica, académica y experiencial. Busca generar un vínculo informativo y veraz entre lo que se investiga, se informa y la utilidad que ello tiene para la sociedad al construir una opinión pública que fortalezca un ejercicio ciudadano.
Este tipo de cátedras pretende contribuir a formar una cultura política que le apueste más a la política que a la guerra donde la gente tenga mucho más claro que hacer y como ejercer su derecho al voto en tiempo de elecciones y que pueda hacer lecturas mucho más tranquilas, mucho más sustentadas, más allá de tomar decisiones ligeras y con este tipo de ejercicios entender la dinámica de la guerra.
La conferencia se llevó a cabo el viernes 26 de marzo de 2021.
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