Con el corazón alegre, así estuvo el TdeA este miércoles 26 de marzo, cuando se materializó uno de los días más importantes para nuestra institución universitaria, que abrazó a 959 familias en tres ceremonias de grado, realizadas en el Teatro Metropolitano. En este día, lleno de emoción y orgullo se realizaron los actos protocolarios de graduación de programas de las facultades de Educación y Ciencias Sociales, Ingeniería, Derecho y Ciencias Forenses y Ciencias Administrativas y Económicas.

Después de ocho años trabajando en el día como asistente administrativa, asumiendo su rol de madre a tiempo completo y estudiando en las noches, Maritza Duque logró su título como psicóloga a sus 39 años. “Tuve turnos nocturnos y me tocaba organizar horarios como pudiera. Fue una locura, muchas veces tuve que cancelar materias, pero siempre encontramos la manera de seguir adelante”, compartió emocionada junto a sus hijos y esposo, su apoyo incondicional en este camino de perseverancia.

Lizeth Rivera recibió su título como trabajadora social, sueño que comenzó hace años en voluntariados en el barrio Santa María, en Itagüí. “Siempre he sido una apasionada por el trabajo social. Estoy muy agradecida con la academia por haberme formado y bueno, ¡con toda la energía!”, expresó con entusiasmo. Su madre, Oneida Montoya, no pudo contener la emoción: “Fue mucho tiempo soñando con este momento. Ella siempre quiso estar aquí”.

Mientras trabajaban juntas y cursaban sus estudios, Sara Gómez en Psicología y Manuela Castañeda en Trabajo Social, enfrentaron el desafío de hacer malabares con horarios laborales, clases, prácticas y trabajo de grado; lidiar con pandemia y lograr sacar el título en cinco años. “Una felicidad muy grande, orgullosa de todos los compañeros y de Sarita”, dijo Manuela. “Felicidad y nostalgia porque la universidad era donde nos encontrábamos con los amigos”, completó Sara.

Abrazo del Alma Mater

“Ningún sueño es fácil y sabemos que no ha sido un logro individual, junto a ustedes se suman los sueños y los esfuerzos de muchas otras personas a quienes también felicitamos el día de hoy. Es la oportunidad de conmemorar la perseverancia y el esfuerzo. Por tanto, hacemos énfasis en el compromiso que desde hoy adquieren con cada uno de ustedes, con sus familias, la sociedad, la comunidad y el planeta”, resaltó el equipo directivo, presidido por el rector, Leonardo García Botero.

En la ceremonia de programas de la Facultad de Educación y Ciencias Sociales, el TdeA entregó una mención de honor y grado póstumo a las familias de Daniela Mira Mendoza, estudiante de Psicología, y Karen Margarita Rojo Silva, estudiante de Licenciatura en Literatura y Lengua Castellana.

Al recibir el diploma de su hija, Alba Lucía Mendoza expresó: “Muy agradecidos por este gesto tan bonito y por la oportunidad que le dieron a Daniela de haber sido estudiante de esta institución”. Por su parte, Luisa Fernanda Rojo, hermana de Karen, también dedicó unas palabras: “Quiero agradecer al TdeA por haber sido una casa para Karen durante los últimos cuatro años. El apoyo, la forma en que han estado presentes, en que se han acordado de ella, que nos permitieron estar acá, es algo que vamos a recordar siempre”.

Birrete al aire

Durante la ceremonia, se entregaron 18 reconocimientos a estudiantes destacados, entre ellos Valentina Flores Cordero, quien obtuvo el promedio más alto de la institución.

Kelly Johana Mercado Bastidas, nueva Licenciada en Literatura y Lengua Castellana, fue la voz de sus compañeros en el recinto: “Queremos celebrar la fuerza y la valentía en cada uno de nosotros para alcanzar este momento. A pocos minutos de finalizar este viaje, nos encontramos aquí, más fuertes, más sabios y preparados para enfrentar lo que venga. Por supuesto, no podemos hablar de este logro sin dar un merecido reconocimiento a nuestras familias, que con su amor incondicional sacrificaron tiempo e incluso sus propios sueños por ayudarnos a alcanzar los nuestros”.

Después de ver los mensajes de cariño y orgullo de sus familiares, los chicos se dieron media vuelta y mostraron sus títulos a sus seres queridos, quienes respondieron con un corazón verde con el que dijeron: ¡Qué alegría tan grande!

 

Ajustar las velas y compartir el conocimiento con vocación de servicio

Los recuerdos que Camilo Andrés Cifuentes Silva tendrá de la ceremonia de graduación como magíster en Gestión del Riesgo y Medio Ambiente del TdeA, serán pocos. Apenas si alcanzó a estar durante los himnos, el juramento, la primera parte de intervención musical y el saludo del rector de la institución.

En la lista de entrega de diplomas su nombre figuraba de tercero. Una vez recibió su título de la maestría salió apurado al encuentro con su novia y un amigo, quienes lo esperaban en el lobby del teatro Metropolitano de Medellín, escenario, este primer semestre del año, de la graduación de 959 nuevos profesionales del TdeA.

El motivo de la premura de Camilo Andrés estaba justificado: debía viajar de regreso al municipio de Floridablanca, Santander, donde ejerce como profesional universitario, tras ganar hace poco un concurso como ingeniero Ambiental y Saneamiento de la localidad.

“Me dieron solo un día de permiso. Llegué esta madrugada a la ciudad, pero debo estar mañana a las 6:00 a. m. en la oficina y la carretera está cerrada por lo que el viaje se alarga más. Me hubiera gustado compartir con mis compañeros este logro, pero primero está el deber. Agradezco al TdeA por este título, espero aplicarlo debidamente para beneficio de las comunidades y la sostenibilidad”, comentó.

De manera apurada Camilo se tomó un par de fotos con sus acompañantes y, desde una de las puertas del teatro, abanicó sus manos para despedirse, a la distancia, de sus amigos de postgrado.

La ceremonia, la segunda de la jornada de graduación de este miércoles 26 de marzo, continuó con la entrega de los diplomas a 173 graduandos de los programas de la Facultad de Ingeniería y 104 de la Facultad de Derecho y Ciencias Forenses.

La gala estuvo cargada de momentos emotivos y hasta simpáticos, uno de ellos cuando Isabela Castro Villa, Profesional en Criminalística, se paró para dar lectura del mensaje por parte de los graduandos. Sin embargo, cuando estaba ante el atril, la egresada se percató que no tenía el texto y con total naturalidad le pidió a su mamá que le llevara el celular, lo que provocó risas y aplausos entre los asistentes.

“Nos enfrentamos a desafíos inéditos en medio de una época de retos y grandes cambios. La verdadera medida del éxito no está solo en los logros que alcancemos sino en lo que seamos capaces de hacer con lo aprendido en beneficio de los demás. No se trata solo de ser buenos profesionales, sino excelentes personas. No es solo acumular títulos y distinciones, sino aportar soluciones a los problemas de la sociedad; y contribuir para que haya un futuro y un país más justo, inclusivo y equitativo”, leyó Isabela.

Las palabras de la egresada, ovacionadas por el público, concuerdan con el mensaje que minutos antes había compartido el rector del TdeA, Leonardo García Botero: “Que sus grandezas no sean solo personales, que sus inteligencias no sirvan solo para resolver problemas sino también para crear esperanzas. La institución les da las herramientas, pero son ustedes quienes las deben convertir en acciones con trascendencia para los territorios y las comunidades; porque el conocimiento que no se comparte se marchita y el talento que no se usa para servir se convierte en un reflejo vacío”, dijo.

El directivo invitó a los graduandos a ejercer sus profesiones desde el ámbito del servicio y el amor por sus carreras, pero en especial las comunidades. “El viaje apenas comienza: el viento será caprichoso, las olas a veces serán altas, pero recuerden, no es el mar el que define al navegante, sino su capacidad de leer las estrellas, de ajustar las velas y de encontrar, aún en medio de la tormenta, la certeza de avanzar y llegar a la orilla”, concluyó el rector.

 

Valor, admiración y compromiso entre los egresados del TdeA

La última ceremonia de la jornada de graduación de este 26 de marzo del TdeA, correspondiente a los programas de la Facultad de Ciencias Administrativas y Económicas, fue la más concurrida.

Cuando sonó el tercer timbre que indica el inicio del evento, ya el Teatro Metropolitano estaba completamente colmado. Los organizadores debieron acondicionar los palcos para acomodar a algunos de los asistentes.

En esta ocasión la encargada, por parte de la institución, de transmitirle el mensaje a los nuevos 365 graduandos fue la vicerrectora Académica, Andrea Aguilar Barreto: “Este acto simboliza un premio al esfuerzo de ustedes, como estudiantes, y de sus familias. A partir de hoy adquieren un compromiso con sus sueños, sus seres queridos y sus comunidades. Aunque hoy finalizan un proceso académico, este es el inicio de otra etapa importante: la aplicación y práctica de todo lo aprendido en distintos contextos, un ejercicio que demanda ética y responsabilidad”, indicó. 

Como suele ocurrir, la ceremonia estuvo cargada de múltiples pasajes emocionantes. Sin embargo, hubo uno, en especial, que propició un sonoro y prolongado aplauso entre los asistentes: el anuncio del grado como Contador Público de Estiven Felipe Bedoya Tobón.

“Su condición es especial, no solo por sus brazos, sino también en su parte auditiva y habla. Solo a los tres años nos enteramos que él no podía escuchar, lo que requirió cirugías y la implementación de una prótesis auditiva. También tiene una cirugía de columna. Es un ganador y un ejemplo. Nos sentimos muy orgullosos de su logro”, resaltó Francia Maritza Tobón Serna, enfermera de profesión y tía de Estiven.

El joven agradeció al TdeA por darle la oportunidad de hacer realidad sus sueños y resalta que en la institución siempre fue tratado con atributos de inclusión, equidad y dignidad: “Invito a las personas que tengan alguna condición especial a que no se rindan, que busquen posibilidades y hagan realidad sus sueños. Crean que siempre habrá oportunidades, es cuestión de tocar puertas y alguna se abrirá”, detalla el nuevo Contador Público, quien reside en la vereda El Salado, municipio de Copacabana.

Por su parte, Dorian Lindley David Graciano, graduada en Negocios Internacionales, destacó el apoyo que recibió por cuenta de Bienestar Universitario en diferentes momentos de su carrera.

“Soy de Necoclí, he vivido sola en la ciudad. Amó al TdeA, muchas veces pude comer porque hice parte del programa alimenticio, el Fondo Alimentario. En varios momentos de la carrera me sentí flaquear. Tenía que trabajar para sobrevivir, y se me hacía muy duro. Tengo disautonomía, una condición médica que hace que el nivel de energía disminuya. Entonces, para mí era un sobreesfuerzo ir a trabajar y después a estudiar: eran jornadas de 10 o 12 horas diarias”, explica la recién graduada.

En esta última ceremonia, la institución otorgó títulos a profesionales en los programas de Contaduría Pública, Negocios Internacionales, Administración Financiera, Tecnología de Gestión Financiera, Técnica Profesional en Proceso Financieros, Administración Comercial, Tecnología en Gestión Comercial, Técnica Profesional en Procesos de Comercio Exterior y Logística, todos de la Facultad de Ciencias Administrativas y Económicas del TdeA.

Una nueva promoción de egresados TdeA, que se une a este estamento con la convicción de aportar al desarrollo social y productivo del departamento, del país y, muchos de ellos, en escenarios del mundo.